Celebración para caballos: Día del padre a la tica

Caminado con un turista, por el Mercado Central, donde ahora parece que los precios se negocian y discuten, con resultados siempre contra el cliente, me encontré este rotulito…

Lo que vemos es arriostres para caballos… Efectivamente, por más inocente que parezca la ubicación, y la risa de la muchacha que lo colocó ahí (para lograr ventas) es claro que a los hombres nos ven como caballos = bestias.

No sé si es porque seguimos dando la imagen de fuerza y nobleza de un caballo, como la capacidad de ser protectores o realmente porque necesitamos estar amarrados para evitar el riesgo de descontrol.

¿Es la imagen de una guerra fría no terminada que damos a los extranjeros que visitan el Mercado Central, reinado de precios impagables?

¿Será esa la percepción o simplemente que saben que es una época de pocas ventas en relación con el día de la Madre? Supondremos que es el status quo social, tan marcado el Matriarcado que el consumo popular remite a eso y se quejan de no tener derechos igualitarios (pero no confiesan las exageradas ventajas del ser femenino, tema de otro día)

Al final de todo, nos reímos a carcajadas porque como hombre ya estoy acostumbrado (genéticamente) a recibir mofa, bulling, acoso y demás sin derecho a queja y por tanto no queda otra más que sonreír. Le indiqué a la joven que nos atendió de que definitivamente publicaría algo al respecto y ella espera ver dicha publicación. Lo dicho es cumplido.

No había descuentos, sino precios alzados con rebajas que nos daban el resultado de los mismos precios de 15 días atrás. Temática normal ya en los «asesinos» del Mercado Central, donde el juego de precios y trato en la negociación al cliente están claramente marcados por la falta de una estrategia de imagen y comercial al vincular a los turistas. Casualmente al salir del mercado con una única compra, nos topamos artesanías ticas, hechas en China, a precios ridículos y ofrecidas por casi todos los vendedores callejeros.

Las risas a todo dar, nos dejaron entrever un país sin preocupaciones, sin violencia y sin totalitarismo, POR ESO burlesco y con humillante machismo contra el hombre, pues siempre la presencia poderosa invisible de las mujeres está validada y apoyada.

No es para menos, hemos sido unos caballos en el trato social y productivo hacia las mujeres pese que nuestros castillos hogareños les pertenezcan.

A veces «me quejo» que los lindos artículos en tiendas están siempre diseñados para mujeres, que para hombres solo nos dejan las botas de hule negras y han cientos de diseños para las mujeres. Me pasaron el «tip» de comprar cosas para mujer y listo pues ahora son «unisex» o bien «machorras»… Bueno, todos somos iguales y si existieran cosas de mi talla de zapato en diseños de mujer podrían apostar que me atrevería. Ya sabemos mi pasión por romper esquemas absurdos.

Una gran verdad, pero es el resultado del posicionamiento «bestia» que hacemos. Cuando seamos congruentes con los actos y las leyes que hemos puesto en papel, cuando aprendamos que la segregación de testosterona puede controlarse neurológicamente, seremos vistos como iguales y no como bestias agresoras o mascotas para amarrar.

Dejamos hace décadas el liderazgo para cederlo a las mujeres (aunque insisto que siempre han sido las que mandan en el planeta) pero ellas usan su ternura y sentimentalismo para seguir en una cómoda posición burlesca y recordarnos nuestra «caballada» diaria, retornándonos obligadamente el acto del «liderazgo» y al final a ver «qué opina mamá». (lo cual no es malo pero es inmadurez antropológica)

Para muestra otro botón:

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En pocas palabras valemos un plato de harta comida… Manipulados por las sonrisas, y la afable presencia y apariencia del género femenino, nos agredemos a nosotros mismos los hombres. Somos los primeros promulgadores del bulling, pese a estar ya al final del primer cuarto de siglo nuevo.

Esta connotación, nos lleva a reflexionar sobre la falta de comunicación y canales apropiados. Fallamos a la Memoria Global y aplicamos un corto plazo irracional de consumo que no deja réditos reales.

¿Falta de creatividad de la vendedora? No creo, simpleza de guindar lo que es para hombres en el lugar que sea porque, no hemos logrado en el mundo hacernos valorar por sentimientos, principios y carisma humanista. Conocemos el sentido común y le huimos porque es feo ver un hombre gentil.

Pues ahora que viene la Marcha de la Diversidad, mañana domingo 25 de junio, les aseguro que hombres gentiles y que se hacen respetar y valorar por las mujeres serán los de la comunidad LGTB ya que han logrado, desde los tiempos de Da Vinci, estar oídos atentos a la mujer y eso no quiere decir que es por falta de su vínculo sexual, al revés; ese vínculo es muy fuerte pues «desde afuera» ven a los «hombres» con más lástima que belleza.

Esperemos que el año entrante, el rótulo del día del padre en vez de estar colgando en una faja para caballos esté en un símbolo de aprecio y afirmación contra todo tipo de violencia, a todo ser humano nos gustan la multicoloridad de las flores, ojalá orquídeas.